Sin embargo, el Gobierno de la Región de Murcia,
asumiendo el papel transcendental que tiene la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el
futuro del planeta y del importante papel que tienen los ciudadanos y sus
instituciones para conseguir sus objetivos y metas aprobó, el 1 de agosto de
2018, un acuerdo por el que se determinaba la gobernanza de la Agenda 2030 en la
Región de Murcia y se establecía la hoja de ruta,
En este Plan en primer lugar, se ofrece un diagnóstico de la
situación de los ODS en la Región de Murcia, presentando un análisis de las
políticas públicas e instrumentos existentes desde la aprobación de la Agenda
2030 que permitirán ofrecer una primera aproximación a la situación y retos que
a nivel regional esta marca.
Y en segundo lugar, este Plan tiene por fin la
determinación de los principios que deben inspirar toda actuación que se
impulse, y que se derivan de la exigencia de alineación de las políticas
públicas con los ODS, que son los siguientes:
-Principio de Coherencia de las políticas de
desarrollo.
-Principio de cooperación y coordinación con otras
Administraciones Públicas.
-Principio de colaboración, que implica alianzas con las
universidades, el sector privado y sociedad civil, para el desarrollo
sostenible.
-Principio de participación ciudadana, con especial
consideración a la participación de la población infantil y juvenil.
En cuanto a las estratégicas prioritarias del Plan para avanzar en la consecución de la Agenda 2030, al generar una cultura de la necesidad del cambio, se incluyen tres:
· La Estrategia Regional de Educación para
el Desarrollo Sostenible y para la ciudadanía mundial,
· El Plan Regional de Formación sobre la Agenda 2030, y
· El Plan Regional para la promoción y
fomento del voluntariado de la Región de Murcia.
En cuanto a las principales fortalezas del Plan considero que son las denominadas medidas transformadoras, entendiéndose como acciones e iniciativas políticas que pueden tomarse de forma prácticamente inmediata y cuya capacidad de transformación es extraordinariamente alta en términos de sembrar las bases para el despliegue del éxito de las políticas palanca y de la futura Estrategia de Desarrollo de los ODS de la Agenda 2030:
1) Impulsar la perspectiva ODS en la memoria
preceptiva de impacto normativo en los procedimientos de elaboración de las
disposiciones de carácter general.
2) Alinear los planes estratégicos regionales con la
Agenda 2030 y en especial, el Plan Estratégico de Subvenciones.
Y, por último, como retos a los que se enfrenta la CARM en los
próximos meses, cabe destacar el de reforzar la gobernanza, estableciendo una
arquitectura institucional capaz de impulsar y difundir las importantes tareas
de coordinación interdepartamental, de coherencia de las políticas de
desarrollo y de aprovechamiento de las complementariedades entre consejerías
que exigen los ODS, con especial consideración a la regulación del Consejo
Regional de Desarrollo Sostenible, con presencia de todos los agentes de
cambio.
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